Jugamos a decir lo que pensamos y sentimos.
Nuestras miradas, movimientos faciales, nuestra piel, habla de nuestro interior, de cómo queremos ser tratados.
Sabemos leer esos mensajes, o mejor dicho somos capaces de estructurarlos para que no sean mal interpretados?
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miércoles, 24 de junio de 2009
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He descubierto las maravillas de las caras y gestos, comunicarse sin decir palabras, he aprendido de lo versatil que es un bebé para expresarse sin la necesidad de hablar, y lo importante que es observarlos para lograr interactuar con ellos. Es una experiencia enriquecedora.
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